La dieta mediterránea es una herencia cultural rica, saludable y ecológica que se adapta a los ritmos biológicos y estaciones del año. Se comen todo. Y posiblemente, colabora a que España sea uno de los países más longevos y donde la gente manifiesta vivir feliz.
La dieta se caracteriza por incluir:
- El aceite de oliva como principal grasa para condimentar que aporta vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados.
- Alimentos de origen vegetal en abundancia: fruta, verdura, legumbre, champiñón y frutos secos. Estos son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra. Y aportan mucha agua.
- Pan y alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales), por su composición rica en carbohidratos aportan energía.
- Alimentos poco procesados, frescos y de temporada, por la aportación de nutrientes.
- Se consume a diario productos lácteos, principalmente yogur y quesos, por ser una fuente de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas.
- La carne roja, se consume con moderación. Mejor si es como parte de guisos y otras recetas.
- El pescado en abundancia; el pescado azul al menos una o dos veces a la semana.
- Los huevos, con moderación, contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales.
- La fruta fresca, que es muy nutritiva, se toma como postre habitual. Los dulces y los pasteles, ocasionalmente.
- Como bebida habitual, el agua. Y el vino, con moderación, durante las comidas.
¡Ah, y muy importante! realizar alguna actividad física a diario.
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